Es imposible elegir entre dos cosas que realmente quieres. Por un lado, te gustaría aventurarte al futuro, volver a sonreír como hace semanas que no lo haces, pero por otro lado, se encuentra ese cosquilleo intenso por miedo a dejar a un lado lo que tienes y perderlo en cuestión de segundos. Pero no se trata de ganar o perder, sino de hacerlo los dos juntos.
Probablemente sea una idea un tanto extraña, para eso vivimos de ilusiones. No puedes abrir la boca y pedir lo primero que se te venga a la cabeza. Las acciones hay que pensarlas y meditarlas. No está bien salir a la calle y descubrir que te apuñala alguien que nunca jamás creías que sería capaz de hacerlo. Pero la vida da mil vueltas en un minuto. Recuerdos van y vienen hasta que la mancha de leche cae en ellos y quedan sepultados por palabras ofensivas o quizás por guarradas inesperadas. Las cosas suceden porque si, no hay que buscarles el porqué.
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